
Así sea de un departamento o bien una casa, los livings pequeños proponen determinados retos en el momento de decorarlos. En esta publicación te contamos siete aspectos a tener en consideración para conseguir una decoración que funcione y se sostenga con el paso de los años…
1. Conocé bien el espacio
El punto más esencial en el momento de decorar es conocer bien el espacio con el que contamos. Si no tenés una cinta métrica, solicité una prestada y sacá las medidas precisas del living. Anotalas. Esto te va a ayudar a tomar mejores resoluciones en lo que se refiere a qué muebles poner y de qué forma aprovechar mejor el espacio.
2. ¿Cuáles son tus necesidades y gustos?
Cada persona tiene necesidades diferentes y la decoración debe contemplarlas. Pensá en lo que te agrada y en lo que hacés habitualmente:
¿Te agrada cocinar y organizar cenas con amigos? Si la contestación es positiva, el espacio para una mesa comedor en el living se transforma en algo esencial. Caso contrario, el ámbito del comedor puede pasar a un segundo plano: se puede seleccionar una mesa considerablemente más pequeña y hasta podemos llegar a prescindir de ella si es preciso. ¿Trabajás seguido desde tu casa? Si lo hacés, quizá desees estimar poner un escritorio para trabajar de forma cómoda. ¿Te agrada ver tele o bien películas? Entonces la decoración va a deber contemplar una TV y un sitio para sentarte.
Y de esta forma sucesivamente… hay cientos y cientos de opciones y todas y cada una son diferentes para cada persona. Decorar el living conforme a las últimas tendencias sin contemplar nuestros gustos y preferencias no vale de nada.

3. Colores para las paredes
Los colores como el blanco o bien gris claro tienden a hacer que los entornos parezcan más extensos y lumínicos. Además de esto, siendo tan neutrales raras veces pasan de tendencia. Decantarse por estos colores es buena resolución para comenzar a decorar el living y da más libertad para decorar con diferentes objetos. Si no te persuade la idea, puedes pintar con un color diferente o bien empapelar solo una pared.
4. Definir zonas
Definir diferentes zonas conforme a la función es una gran idea y facilita la decoración, dejando concentrarnos separadamente en todos y cada una de ellas.
En los livings pequeños de forma cuadrangular esto sucede de forma natural por la carencia de espacio: el sillon chesterfield en un extremo y la mesa en el otro configuran al momento 2 zonas separadas. Los de forma cuadrada son más difíciles. Allá la distribución de los muebles cobra mayor relevancia. Un sillón puesto en el medio del entorno puede servir como divisor. Las alfombras y los cuadros se transforman en grandes aliados en el momento de definir visualmente un ámbito sin ocupar sitio.
5. Muebles
En un caso así, menos es más. Comenzar poco a poco y con los muebles que tenemos. Conforme pasa el tiempo nuevas necesidades van a ir brotando con lo que siempre y en toda circunstancia es conveniente tener algo de espacio extra para acomodarlas.
Decantarse por muebles bajos y más pequeños que incorporen espacio de guardado es la mejor elección. Eludir los muebles que son pesados visualmente y de colores oscurísimos. Escoger muebles de estilos afines. Muebles auxiliares como sillas y banquitos apilables siempre y en toda circunstancia son bienvenidos: brindan asiento extra solo cuando se lo precisa. Asimismo las mesas pequeñas: pueden servir de mesa de centro en asambleas o bien de mesa lateral.
Si conocemos bien las dimensiones del living, podemos encargar muebles conforme se amolden con perfección al espacio disponible: la mayor parte de las mueblerías y locales de decoración ofrecen esta alternativa sin importantes diferencias de costo.
6. Iluminación
La iluminación es una de las cosas más simples de mudar y que producen bastante impacto en la decoración del living. Las lámparas de techo están bien para brindar iluminación general al entorno, mas dos lámparas de mesa puestas en diferentes ámbitos del living van a crear rincones más agradables. Las lámparas de pie tienen el plus que no ocupan espacio. Cambiá las lámparas por las que son de luz cálida. La luz blanca arruina cualquier ambientación.
7. Acentos ornamentales
En el momento en que ya tenemos lo básico armado y estamos satisfechos con la distribución de los muebles, podemos empezar a añadir acentos ornamentales. Hay múltiples opciones alternativas para sumar texturas y colores a la decoración:
- Plantas: son una forma muy barata de dar la vida a cualquier espacio de nuestras casas. Escogí plantas de interior que tengan hojas atractivas. Los portamacetas son una buena opción para jugar con la altura de las plantas. Asimismo puedes colgarlas si no tenés mucho sitio.
- Almohadones: dos almohadones en un sillón aportan color y marcan la diferencia. Siendo elementos pequeños, podemos exponernos con diferentes estampados y texturas para conseguir algo original.
- Alfombras: son la mejor manera de sumar texturas a la ambientación. Escogí las de diseño simple, sin muchos dibujos y con colores neutrales.
- Cuadros: no es preciso invertir mucho para tener cuadros bonitos. Imprimí lo que te agrada, comprá marcos o bien portarretratos y armalos vos. Queda mejor crear ámbitos con conjuntos de cuadros que repartirlos uniformemente por todo el living. Recordá dejar espacios vacíos en la pared para no fatigar la vista.
- Percheros: cumplen la doble función de decorar y ahorrar espacio. Escogí los que se cuelgan en la pared y ponelos al lado de la puerta de entrada.
- Pintar algo de un color diferente: una puerta, el marco de una ventana, algún mueble. Todo marcha para sumar color y resaltar algún rincón poco alegre.
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