
Las tascas británicas son conocidas por su localización tradicional, su atmosfera agradable y, muy de cuando en cuando, por sus platillos sabrosos.
¿Mas decir que una de ellas es el mejor restorán del planeta? Probablemente tomaron demasiada cerveza.
No obstante, el Black Swan, una posada rural en Inglaterra que ha mantenido la lozanía en el pueblo de Oldstead desde el siglo XVI, ha recibido ese título de una parte de TripAdvisor.
Tras compendiar los comentarios positivos, el sitio de recensiones clasificó a la tasca sobre restoranes de alta cocina en urbes como N. York o bien París en su premio anual Travelers’ Choice.
Calidad la pena investigar, no solo por el alimento, sino más bien como disculpa para visitar el excelente laberinto de caminos campestres, bosques viejos y lomas extensas del norte de Yorkshire que no han conseguido sostener en secreto al Black Swan.
Entonces ¿de qué se trata?
Primeramente, esta no es una tasca apartada, sumergida en el anonimato. El talentoso y joven chef Tommy Banks, oriundo de la zona, ya figura de forma regular en T.V. en R. Unido y se hizo acreedor a una estrella Michelin en 2013; fue el más joven en percibir tal distinción a los veinticuatro años.
Magia culinaria
Seguidamente, ya no es verdaderamente una tasca. Del mismo modo que muchas posadas rurales de R. Unido, el Black Swan había estado en decadencia por muchos años hasta dos mil seis, año en el que la familia Banks se encargó. Tras procurar manejarlo como tasca, decidieron volverlo un destino gastronómico que dispone de cartas de cuero para restaurantes. Jamás miraron atrás.

Ahora marcha como restorán y como alojamiento de lujo; ofrecen bultos de alojamiento y comestibles que asisten a captar los clientes del servicio a este lugar verdaderamente recóndito. Generalmente está reservado con mucha anticipación.
Con eso no deseamos decir que el Black Swan no semeja una tasca. Cuando cruzas la puerta, te recibe el fuego en la chimenea, una barra, mesas, libreros atestados con tomos viejos y desde entonces, no podía faltar un sabueso amistoso.
James, el mayor de los hermanos Banks, quien se ocupa del salón, afirma que cuando menos uno de los lugareños lo considera una tasca, puesto que va todos y cada uno de los días a tomar algo al bar, si bien debe seleccionar un coctel, vino o bien una cerveza embotellada en lugar de la tradicional cerveza de barril.
El piso superior es donde ocurre la magia culinaria. Tras gozar de un piscolabis como un Martini marigold de mandarina, los comensales se sientan a la mesa y quedan atrapados en el menú de degustación de once tiempos.
El restorán es un espacio fácil. Hay 2 salones con mesas ubicadas bajo techos bajos de vigas. Los pisos de madera están cubiertos con tapetes orientales. En uno de los extremos, un muro que llega hasta el pecho aparta el comedor del acero inoxidable del área de preparación de la cocina. Cena y espectáculo.
Ya antes de charlar de el alimento, merece la pena charlar de la zona, en tanto que de acá se consiguen una gran parte de los ingredientes del menú. Oldstead está a unos treinta y cinco quilómetros al norte de la urbe vieja de York, en un lugar en el que un extenso val se halla con las gradientes de los moors (llanuras anegadizas) del norte de York, cubiertas de brezos.
Es un lugar sosegado, idílico, alejadísimo de las laderas escarpadas y ventosas que conforman una gran parte del paisaje de la zona inglesa de Yorkshire.
Caminos viejos y caminos estrechos
Aproximadamente a un quilómetro y medio se hallan las ruinas de la abadía de Byland, que data del siglo XII. Cara el otro lado, tallado en la ladera de Sutton Bank, se ubica el Caballo Blanco de Kilburn, un capricho de la temporada victoriana que puede verse a múltiples quilómetros a la redonda.
Es un terreno precioso, con caminos viejos y caminos estrechos en los que puedes perderte a pie, en bici o bien en auto. Asimismo es fuente fértil de betabeles, ciruelas damascenas, carne de res, de cordero y otros ingredientes que figuran de forma regular en el menú de temporada del Black Swan.
Merece la pena hacer el viaje por el alimento. Solo hay un menú de degustación (cuesta noventa y cinco libras, en torno a dos con trescientos pesos), mas está repleto de creaciones exageradamente inteligentes que superan todas y cada una de las clasificaciones de apariencia y sabor.
Está el Crapaudine Beetroot, un tradicional de Banks consistente en una rebanada de betabel de los jardines del Black Swan, cocinado a lo largo de horas en grasa de res y más tarde decorado con delicadeza con nata de leche de cabra y restallantes de linaza.
Hay venado glaseado con ajo negro, horneado a lo largo de 6 semanas (sí, 6), carne Dexter cruda de vacas locales a las que, conforme se afirma, les dan 2 litros de cerveza al día y, para el postre, un increíble emparedado de helado hecho con fruta y semillas de las ciruelas damascenas locales.
Uno de los platillos sobresalientes más sorprendentes es sencillamente el pan con mantequilla… es un pan de masa agria, servido con mantequilla agria añejada que sabe tan bien que una buena untada haría comibles las servilletas.
Sencillez
Tanto James y su equipo de meseros amistosos como los sous-chefs de Tommy llevan los platillos a la mesa; a todos les chifla charlar de los ingredientes complejos y de las historias que tienen detrás. La atmosfera es relajada y reina cierta sensación de teatralidad y emoción.
Los comensales llegan de todas y cada una partes. Cuando el equipo de CNN estuvo de visita, en las mesas circundantes había una pareja que estaba tomándose una noche de reposo de sus hijos. En otra había 2 viejos maestros de los hermanos Banks, que vinieron desde York. Es exactamente la clase de clientela que ha ayudado a que el Black Swan recupere la gloria digna de TripAdvisor.
“Queremos crear una experiencia fácil, una experiencia de Yorkshire, algo verdaderamente de alta calidad, mas para gente normal”, afirmó James a CNN cuando el servicio de la noche estaba a puntito de acabar.
“Supongo que con este premio se reconoce que la gente real viene a gozar lo que come, tanto que escriben una recensión, es maravilloso”.
Mas ¿realmente es el mejor restaurant del planeta?
Claramente está en la riña, si bien James no está tan seguro.
“Es algo fantástico que afirman de nosotros”, añadió. “Pero me da la sensación de que todavía existen muchas cosas que podemos prosperar y mejorar, para ser sinceros. Como equipo somos muy jóvenes, nos da la sensación de que hay un montón de cosas que aún deseamos hacer”.
The Black Swan; Olstead, York, Inglaterra; +44 mil trescientos cuarenta y siete ochocientos sesenta y ocho mil trescientos ochenta y siete
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